Arte Cristiano

Introducción al Arte Cristiano

    Arte cristiano es el arte religioso del cristianismo, las obras de arte inspiradas por sentimientos religiosos cristianos, o creadas para ilustrar, suplementar y representar en una forma tangible el mensaje cristiano.Al ser el cristianismo la religión dominante en la civilización occidental desde el siglo IV, el arte cristiano se identifica con la mayor parte de las producciones artísticas de la Edad Media en Europa y siguió siendo muy importante durante toda la Edad Moderna, además de extenderse geográficamente. La secularización de la sociedad ha restringido al arte cristiano dentro de las principales corrientes artísticas de la Edad Contemporánea.
Tapiz Románico de la Creación
Catedral de Santa María de Gerona, España


     Como arte sacro, para los creyentes el arte cristiano tiene como fin esencial el culto. Edificios, imágenes (iconos, del griego εἰκών eikon) y objetos litúrgicos se consagran, con lo que dejan de ser simples obras de arte. Desde el cristianismo primitivo, y sobre todo en la Edad Media, los templos y monasterios se identificaban con las reliquias de los santos y mártires que contenían y que los denominaban. No sólo las reliquias o las denominadas vera icon ("verdaderas imágenes" de Cristo), sino muchas otras imágenes, adquirieron fama de milagrosas y suscitaron peregrinaciones; llegando a extremos de religiosidad popular que suscitó discrepancias entre el propio clero, pues mientras unos defendían la virtud de estas devociones, otros las condenaban por supersticiosas o incluso idolátricas.

"La Creación de Adán" de Miguel Ángel Bonarotti
Capilla Sixtina, Vaticano-Roma 



     Casi todos los grupos cristianos usan o han usado de alguna manera el arte; aunque la importancia que se da al arte y a los distintos artes, así como a los medios, estilos y representaciones usadas, difieren notablemente entre católicos y protestantes. Incluso la música religiosa y la arquitectura religiosa, a pesar de ser vehículos más abstractos, expresan de forma evidente las diferencias o cualquier mensaje que se pretendiera incluir (a través del canto litúrgico o de las formas arquitectónicas alegóricas -elipse abierta de la Plaza de San Pedro-). Las artes figurativas (pintura religiosa y escultura religiosa), que son rechazados de forma radical por los movimientos iconoclastas, se emplean de forma también distinta; a pesar de que los temas son en gran parte comunes: la representación del ciclo de la vida de Cristo y algunos ciclos del Antiguo Testamento. Las representaciones de los santos son más abundantes en el catolicismo, el anglicanismo y la Iglesia ortodoxa; aunque no están ausentes de los altares luteranos. En los templos católicos tradicionales se aprecia la abundancia y abigarramiento de todo tipo de representaciones pictóricas y escultóricas (horror vacui), no sólo en el altar mayor, sino incluso en las múltiples capillas laterales, en elementos como el púlpito o la pila bautismal o incluso en el artesonado o las vidrieras. 
Rosetón de la Basílica de Saint Denis, París Francia

      De forma diferenciada según el periodo histórico, las paredes se cubren con frescos (o se ocultan con lienzos o retablos) y todo tipo de elementos arquitectónicos sirven de soporte para la escultura (capiteles historiados, tímpanos, gárgolas), incluso en zonas no visibles por los fieles (se entiende que el destinatario de la obra es Dios, que todo lo ve), y hasta el suelo se cubre de lápidas. La decoración de las iglesias ortodoxas es incluso más abrumadora (iconostasis, mosaicos, indumentaria y orfebrería religiosa). En cambio, la simplicidad de que hacen gala los altares evangélicos fue imitada en las nuevas construcciones de iglesias católicas a partir del Concilio Vaticano II.

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