lunes, 20 de octubre de 2014

Ángel de la Guardia


El ángel de la guarda o ángel custodio es el ángel que, según las creencias cristianas, Dios envía a las personas cuando nacen para protegerlas durante toda su vida. Los cristianos argumentan que la Biblia sustentaría en algunas ocasiones la creencia del ángel de la guarda: «Yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que te he preparado» (Éxodo 23, 20).
La celebración dedicada a los ángeles de la guarda surgió en España, en el siglo V. En esa época se empezó a celebrar el Día del Ángel de la Guarda juntamente con la fiesta del Arcángel Miguel (29 de septiembre). La Iglesia en Inglaterra celebró esta fiesta desde el año 800.
En el siglo XII, Honorio de Autun escribió que Dios, al unir cada alma con el cuerpo, la confía a un ángel, cuya misión será inducirla al bien y dar cuenta de sus actos frente a Dios. San Alberto Magno, santo Tomás de Aquino y san Pedro Damián escribieron más o menos simultáneamente ―en el siglo XIII― que cuando una persona peca, el ángel guardián no la abandona sino que trata de llevarla al arrepentimiento y la reconciliación con Dios.

El papa León X (1475-1521) aprobó un nuevo oficio ―compuesto por el monje franciscano Juan Colombi― que establecía la doctrina de la existencia de un ángel personal. El papa Pablo V (1560-1621) universalizó esa creencia. En 1670, el papa Clemente X (1590-1676) instauró la celebración de la fiesta del Santo Ángel de la Guarda, dedicada el día 2 de octubre al ángel particular de cada persona.
En Inglaterra desde el año 800 acontecía una fiesta dedicada al ángel de la guarda y a partir del año 1111 surgió una oración (presentada a continuación). De Inglaterra esta fiesta se extendió al resto de los países del mundo después del año 1608 por iniciativa del papa de la época. El Día del Ángel de la Guarda es conmemorado el día 2 de octubre.
Oración Inglesa:
Ángel del Señor que por orden de la piadosa providencia divina,
eres mi guardián guárdame en este día [en esta tarde o en esta noche],
ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos,
gobierna mis sentimientos para que yo jamás ofenda al Dios y Señor.
Amén.

Existe otra oración tradicional católica al Santo Ángel:
Santo Ángel del Señor, mi celoso guardador,
pues que a ti me confío la Piedad divina,

hoy y siempre me ilumine, custodie, rija y gobierne.Amén.


sábado, 18 de octubre de 2014

ICONOSTASIO

La palabra viene del griego εἰκονοστάσι (-ον) ( eikonostási (-on) , todavía en uso común en Grecia y Chipre), que significa "icono de soporte". En el cristianismo oriental un iconostasio (plural: iconostasios ) es una pared de iconos y pinturas religiosas, que separa la nave del santuario en una iglesia . Iconostasio también se refiere a un soporte icono portátil que se puede colocar en cualquier lugar dentro de una iglesia. El iconostasio evolucionó a partir del templo bizantino, un proceso completo por el siglo XV.


Una comparación directa de la función del iconostasio principal se puede hacer que el diseño del gran templo de Jerusalén. Ese templo fue diseñado con tres partes. La más interna parte más sagrada y era que donde se guardaba el Arca de la Alianza. Esta porción, el Santo de los Santos, se separó de la segunda parte más grande del interior del edificio por una cortina, el "velo del templo". Sólo los sacerdotes se les permitían entrar en el Lugar Santísimo. La tercera parte era el patio de entrada. Esta tradición arquitectónica de las dos partes principales se pueden ver reflejada, en iglesias cristianas y es todavía más demostrativa, presente en las iglesias ortodoxas orientales donde el iconostasios divide el altar, el Santo de los Santos con la Eucaristía consagrada - la manifestación de la Nueva Alianza, de la porción más grande de la iglesia accesible a los fieles. En la tradición ortodoxa oriental sólo los hombres pueden entrar en la parte de detrás del altar iconostasio.


 Esta colocado en la parte septentrional (norte) a la meridional (sur) en un templo ortodoxo, y en la cual, en un orden específico, se colocan los iconos. Esta pared separa el santuario de la parte central del templo. En el iconostasio hay tres puertas. La puerta central, con dos hojas, recibe el nombre de puerta santa, y está prohibido que entre por ella nadie que no sea clérigo. A la derecha se encuentra la puerta meridional, llamada también puerta diaconal, y a la izquierda la puerta septentrional.

Representación de los cinco niveles de un Iconostasio:


Iconostasio de la iglesia: 1 — orden de los patriarcas; 2 — orden de los profetas; 3 — orden de las festividades; 4 — orden de la Deesis; 5 — orden local.
Fila baja de izquierda a derecha: 1. Icono local; 2. La puerta septentrional: el Arcángel Miguel; 3. Icono de la Madre de Dios; 4. La Última Cena; 5. Las puertas santas; 6. La Anunciación: el Arcángel Gabriel; 7. La Anunciación; la Virgen María; 8.9.10.11. Evangelistas; 12. Icono del Salvador; 13. La puerta meridional: el Arcángel Gabriel; 14. Icono del templo.

Estructuración de la inocografía
 
Una serie de directrices o rubricas que gobiernan los iconos están en qué partes del iconostasio, aunque existe un cierto margen de variación. En su más pleno desarrollo eslavo formó cinco niveles de los iconos:

La primera fila.
Hay algunos momentos importantes; si se conocen, es sencillo comprender la difícil simbología del iconostasio. Cuando entras en un templo que no conoces, vale la pena mirar las imágenes de la fila de abajo: en ella se encuentran siempre los iconos más grandes.  Comencemos por la imagen exterior a la derecha. Es un icono propio del templo, y en él se destaca en honor de qué festividad o a cuál santo se dedica la iglesia en la que te encuentras. En este mismo lugar, a la izquierda, está “el icono del orden local”. Al verlo, sabrás cuál es el santo más venerado en tal lugar, ciudad o país.

Al acercarte a las puertas santas, verás sobre ellas los iconos, no muy grandes, de la Anunciación y de los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Sobre las puertas santas se encuentra “La Última Cena”: el símbolo del sacramento de la Eucaristía.  A la derecha de las puertas santas hay un gran icono del Salvador; a la izquierda, el icono de la Madre de Dios con el Niño en las manos. Sobre las puertas septentrional y meridional, los arcángeles Gabriel y Miguel.

La segunda fila.
Veamos los iconos de la siguiente fila. Si la fila más baja nos muestra los momentos más importantes de la enseñanza ortodoxa y las características de la veneración de los santos de aquel lugar, la segunda fila (también llamada orden de la Deesis) es más compleja: el número de iconos es mayor y su tamaño es más pequeño. Toda esta fila simboliza la oración de la Iglesia a Cristo, la súplica que se eleva ahora y que se concluirá en el momento del Juicio Final. En el centro de esta fila (directamente encima de las puertas santas y sobre el icono de la Última Cena) se encuentra el “Spas (Salvador) entre las potencias”. Cristo, sentado en el trono con el libro, está representado sobre el fondo de un cuadrado rojo con los ángulos prolongados (la tierra), de un círculo azul (el mundo espiritual) y de un rombo rojo (el mundo invisible). Esta imagen presenta a Cristo como juez severo de toda la creación. A la derecha se encuentra la imagen de Juan el Precursor, que ha bautizado al Señor; a la izquierda, el icono de la Madre de Dios. No por casualidad la Virgen es intercesora. Se la representa en toda su estatura, mirando hacia la izquierda y llevando un rollo en la mano. A derecha e izquierda de estos iconos están las imágenes de los ángeles, profetas y santos más conocidos, que muestran con su vida la santa Iglesia de Cristo.

La tercera fila.
 Esta fila recibe también el nombre de “orden de las festividades” o fila histórica: nos muestra los acontecimientos de la historia de los evangelios. El primer icono de esta fila es la Natividad de la Santísima Virgen María; vienen después la Presentación de la Madre de Dios en el templo, la Anunciación, la Natividad de Cristo, la Presentación de Cristo en el templo, el Bautismo, la Trasfiguración, la Entrada en Jerusalén, la Crucifixión, la Resurrección, la Ascensión, la Venida del Espíritu Santo y la Asunción.

La cuarta fila.
 Si los iconos de la tercera fila son ilustraciones del Nuevo Testamento, los de la cuarta nos llevan a los tiempos de la Iglesia veterotestamentario. Aquí están representados los profetas que predicaban lo que habría de suceder: la venida del Mesías, la aparición de la Virgen que dará a luz a Cristo. No por casualidad en el centro de esta fila se encuentra el icono de la Madre de Dios, “la Orante”, que muestra a la siempre pura Virgen con las manos alzadas hacia el cielo en postura de oración y con el Niño en su seno.

La quinta fila.
 Esta fila se llama el “orden de los patriarcas”. Los iconos de esta fila nos remiten a los acontecimientos más primitivos en el orden del tiempo. Aquí se encuentran las imágenes de los antiguos padres, desde Adán hasta Moisés. En el centro de la fila se encuentra el icono de la “Santísima Trinidad veterotestamentario”, símbolo del eterno acuerdo de la Trinidad con respecto al sacrificio del Dios-Verbo para la Redención del hombre tras la caída de éste.

Implicaciones Teológicas Catequéticas

 El iconostasio en realidad no "separa" la nave del Santo de los Santos; sino que los une. El iconostasio es el vínculo entre el cielo (el Santo de los Santos) y la nave (el Lugar Santo). Por lo tanto todo es simbólico en el iconostasio. Los iconos de Cristo la Theotokos y varios santos y las fiestas están ahí porque Cristo, la Virgen, los santos, etc,nos llevan y nos guían en el Santo de los Santos. Por lo tanto los personajes en los iconos sobre el iconostasio nos guían en el cielo, y por lo tanto el iconostasio no separan, nos conectan. Los iconos sobre el iconostasio son también ventanas y puentes en el cielo (aunque todos los iconos, no importa dónde, son ventanas y puentes en el cielo). Por lo tanto, en cierto sentido, el iconostasio representa a Cristo, que es la conexión, la puerta, entre ambos reinos. La explicación perfecta para el iconostasio, y su propósito unificador, se ve en Hebreos 10, 19-20, "Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el santuario por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él abrió para nosotros a través del velo, esto es a través de su carne”.

Domingo XIX del T.Ordinario 19 de Octubre de 2014

DAD AL CESAR LO QUE DEL CESAR Y 
A DIOS LO QUE ES DE DIOS
(Residentes en una Patria Extranjera, ciudadanos del Cielo)

La interpretación que se ha hecho a veces de Mt 22,21 es que la Iglesia no debería "inmiscuirse en política", sino solamente ocuparse del culto. Pero esta interpretación es totalmente falsa, porque ocuparse de Dios no es sólo ocuparse del culto, sino preocuparse por la justicia, y por los hombres, que son los hijos de Dios. Pretender que la Iglesia permanezca en las sacristías, que se haga la sorda, la ciega y la muda ante los problemas morales y humanos de nuestro tiempo, es quitar a Dios lo que es de Dios. «La tolerancia que sólo admite a Dios como opinión privada, pero que le niega el dominio público (…) no es tolerancia, sino hipocresía» (Benedicto XVI).

Y de esta manera, da a sus interlocutores una gran lección. Jesús no entra aquí en cuestiones políticas; él no ha venido a dar recetas mundanas a la gente, porque su Reino no es de este mundo y su fuerza no está en el poder. él es un rey diferente. De manera muy clara les enseña que el César y Dios no están al mismo nivel: Dios siempre será Dios, y siempre estará por encima de poderes humanos.

Isaias 45,1.4-6
Yo soy el Señor y no hay otro, fuera de mí no hay Dios”

En la primera lectura encontramos tres veces la frase “no hay otro…”. Esta es una de las expresiones más frecuentes en los textos de los profetas del Antiguo Testamento, en los que Dios se proclama como único merecedor de adoración. Los monarcas de los grandes imperios de la antigüedad eran adorados como dioses. Frente a la mentalidad que diviniza a los soberanos de la tierra, los textos bíblicos proclaman de muchas  formas que Dios es el único Señor. Esto es lo que expresa el Salmo 96 (95), que aclama su gloria y su  poder y dice que en comparación con Él “los dioses de otros pueblos no son nada”.


1 Tesalonicenses 1,1-5b
Las "Virtudes Teologales" para hacer frente a los poderes del mundo. 

La primera carta de san Pablo a la comunidad cristiana de la ciudad griega de Tesalónica, a quienes el  mismo apóstol les había proclamado la Buena Nueva de Cristo en su primer viaje misionero, es el  primer escrito que ha llegado hasta nosotros de entre todos los que componen el llamado “Nuevo Testamento”. Es muy significativo que aparezcan mencionadas las tres virtudes teologales, es decir, las que corresponden directamente al reconocimiento de Dios como tal: fe, esperanza y caridad. Como lo indica  Pablo, se trata de una fe activa, una esperanza que implica afrontar con paciencia las dificultades, y una caridad que supone la disposición de servicio a los demás desde el reconocimiento de todos como hijos e hijas de Dios.


Mateo 22,15 - 21.
 “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”

Esta frase de Jesús indica la existencia de dos planos: el de la relación con los poderes terrenos del  Estado y el de la obediencia a la autoridad de Dios desde la fe religiosa. No en términos de dos planos necesariamente opuestos, pero sí en cuanto son distintos y no deben confundirse, como ha ocurrido con frecuencia y sigue sucediendo en todos los fundamentalismos, tanto políticos como religiosos, cuando no se respetan las competencias correspondientes. Pero esto no quiere decir que la religión no tenga nada que ver con la política. Sí tiene que ver, y mucho, por cuanto reconocer a Dios como el único Señor implica llevar a la práctica la justicia social que la misma fe exige. Los cristianos y en general los creyentes en Dios que se han negado y se siguen negando a la divinización de los poderes terrenos y a todas sus formas de tiranía, al hacerlo tomaron y toman posiciones políticas en el sentido más amplio de la palabra: el de la coherencia entre creer en Dios y practicar la justicia que esta fe implica, desde el reconocimiento de todos los seres humanos como hijos suyos, con su dignidad y sus derechos.

Contra las pretensiones tiránicas o totalitarias de cualquier soberanía terrena, Jesús proclamó el Reino de Dios. No como un imperio que suplante a las autoridades terrenas, pues como Él lo dijo también, su Reino no es de este mundo, y como él mismo lo mostró en la práctica, nunca cedió a la tentación del mesianismo político haciéndose o dejándose proclamar rey. Pero sí como el reconocimiento eficaz de la soberanía absoluta de Dios -que es la soberanía del amor, porque Dios es Amor- frente a toda pretensión de tiranía por parte de los poderes terrenales.


Por eso sólo a Dios debe darle el hombre la primacía. En nuestra propia vida, ¿qué criterios son los que nos guían? ¿Seguimos al verdadero Dios? ¿O a pequeños dioses mundanos, que no dan plenitud a nuestra vida? Pensemos en esta semana. ¡Feliz domingo a todos!

domingo, 12 de octubre de 2014

Hijo de Dios (en inglésSon of God) es una película estadounidense de característica bíblica y dramática del 2014, producida por Mark Burnett yRoma Downey. La película es una adaptación de la miniserie La Biblia, que se emitió en marzo de 2013 en History Channel.

sábado, 11 de octubre de 2014

 DOMINGO XXVIII DEL T. ORDINARIO 9 DE OCTUBRE


El banquete del Señor


     Hoy, Jesús nos muestra al rey (el Padre), invitando —por medio de sus “siervos” (los profetas)—, al banquete de la alianza de su Hijo con la humanidad (la salvación). Primero lo hizo con Israel, «pero no quisieron venir» (Mt 22,3). Ante la negativa, no deja el Padre de insistir: «Mirad mi banquete está preparado, (...) y todo está a punto; venid a la boda» (Mt 22,4). Pero ese desaire, de escarnio y muerte de los siervos, suscita el envío de tropas, la muerte de aquellos homicidas y la quema de “su” ciudad (cf. Mt 22,6-7): Jerusalén.

   Así es que, por otros “siervos” (apóstoles) —enviados a ir por «los cruces de los caminos» (Mt 22,9): «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas...», dirá más tarde el Señor Jesús en Mt 28,19— fuimos invitados nosotros, el resto de la humanidad, es decir, «todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales» (Mt 22,10): la Iglesia. Aún así, la cuestión, no es sólo estar en la sala de bodas por la invitación, sino que, tiene que ver también y mucho, con la dignidad con la que se está («traje de boda», cf. v. 12). San Jerónimo comentó al respecto: «Los vestidos de fiesta son los preceptos del Señor y las obras cumplidas según la Ley y el Evangelio que son las vestiduras del hombre nuevo». Es decir, las obras de la caridad con las que se debe acompañar a la fe.

    La invitación fue enviada a los que les correspondía, pero la desecharon. Y Dios entonces sale al encuentro de otros, por los caminos y las encrucijadas de la vida: los pobres, a los rechazados, a los enfermos, a los pecadores públicos. E incluso se pone a comer con ellos.La meta de nuestra vida es como ese gran banquete: la comunión total con Dios, la alegría sin fin. Nuestra vida es un caminar hacia ese gran banquete. No es una invitación a no sabemos qué o a no sabemos dónde. Se trata de una invitación universal a todos los pueblos, a disfrutar de esa mesa con mayúsculas que es la Vida Eterna. Lo único que nos pide es que vayamos con el “traje de fiesta”; que acudamos preparados para la ocasión. 



PANTOCRÁTOR

      El atributo pantocrátor («todopoderoso», del griego παντοκράτωρ, compuesto de παντός —en español: «todo»— y de un derivado de κρατός —en español: «fuerza, poder»—)1 se aplicó a Zeus en la mitología griega. En la cultura cristiana se utiliza para referirse al Dios Padre omnipotente o a Cristo. Pantokrator es utilizado una vez por Pablo (2 Cor 6:18 ). Aparte de que una ocurrencia, el autor del libro de Apocalipsis es el único autor del Nuevo Testamento a utilizar la palabra Pantokrator. El autor del Apocalipsis utiliza la palabra nueve veces, [ 2 ] y si bien las referencias a Dios y Cristo en Apocalipsis son a veces intercambiables, Pantokrator parece estar reservada sólo para Dios.La traducción más común de Pantocrator es "Todopoderoso". En esta comprensión, Pantokrator es una palabra compuesta formada a partir de las palabras griegas πᾶν , pan (generación . pantos), es decir "todo" y κράτος , kratos , es decir, "fuerza", "fuerza", "poder".] Esto a menudo se entiende en términos de poder potencial; es decir, la capacidad de hacer cualquier cosa, la omnipotencia .
Pantocrátor, de la Iglesia del Salvador St. Peterburgo, Rusia.

      Otra, la traducción más literal es "Soberano de todos" o, menos literalmente, "Sustentador del Mundo". En esta comprensión, Pantokrator es una palabra compuesta formada a partir del griego para "todos" y el verbo que significa "lograr algo" o "sostener algo" (κρατεω). Esta traducción habla más al poder real de Dios; es decir, Dios hace todo (en oposición a Dios todo lo puede).El Pantokrator, en gran parte una concepción teológica de la iglesia católica oriental (Ortodoxa Oriental) es menos común con ese nombre en el catolicismo occidental y en gran parte desconocido a la mayoría de los protestantes. En Occidente la imagen equivalente en arte se conoce como Maiestas Domini (Cristo en Majestad), que desarrolló un lugar diferente en la iconografía.

     El icono de Cristo Pantokrator es una de las imágenes religiosas más utilizados del cristianismo ortodoxo. En términos generales, en el bizantino arte de la iglesia y de la arquitectura, una icónica de mosaico o el fresco de Cristo Pantocrátor ocupa el espacio de la cúpula central de la iglesia, en la media cúpula del ábside o en la nave bóveda. Algunos eruditos (Latourette 1975: 572) consideran el Pantocrator una adaptación cristiana de imágenes de Zeus, como la gran estatua de Zeus entronizado en el Olympia . El desarrollo de las primeras etapas del icono de la imaginería imperial romana es más fácil de rastrear.  En algunas variantes, en cada lado del halo son letras griegas: IC y XC. Dedos de Cristo se representan en una pose que representa las letras IC, X y C, con lo que el Cristograma ICXC (para "Jesucristo"). La IC representa el caracteres griega Iota (Ι) y Sigma (Σ, ς) -los primera y la última letra de Jesús (Ιησους ). Las letras XC representan Chi (Χ) y Sigma (ς) -los primera y última letra del Cristo (Χριστος ). 
Cristo Pantocrátor, en la iglesia del Santo Sepulcro, Jerusalén

      La icónica imagen de Cristo Pantocrátor fue una de las primeras imágenes de Cristo desarrollado en la Iglesia cristiana primitiva y sigue siendo un icono central de la Iglesia Ortodoxa Oriental. En la imagen de medio cuerpo, Cristo tiene el Nuevo Testamento en su mano izquierda y hace el gesto de la enseñanza o de la bendición con la derecha. El occidental típica Cristo en Majestad es un icono de larga duración que a principios Edad Media por lo general mostró a Cristo en una mandorla o el otro marco geométrico, rodeado de los cuatro evangelistas o sus símbolos.

       El ejemplo más antiguo conocido sobreviviente de la imagen de Cristo Pantocrátor fue pintado en encáustica sobre tabla en el siglo VI o VII, y sobrevivió el período de destrucción de las imágenes durante las disputas iconoclastas que dos veces sacudieron la iglesia oriental, 726 al 787 d.C.  y 814 al 842 d.C., por el que se conserva en el remoto desierto del Sinaí , en el Monasterio de Santa Catalina. El panel finamente pintado utilizando un medio de cera sobre un panel de madera, había sido groseramente sobre pintado alrededor de la cara y las manos en algún momento alrededor de la decimotercera siglo. Fue sólo cuando los repintes se limpiaron en 1962 que la antigua imagen se reveló como un icono de muy alta calidad, probablemente producido en Constantinopla.
Icono mas antiguo de Cristo Pantocrátor,
Monasterio de Santa Catalina, Egipto.



miércoles, 1 de octubre de 2014


¡La Paz de Jesucristo sea con ustedes!. 

Sean bienvenidos a esta comunidad virtual de hermanos y hermanas llamados a ser cristianos adultos de la fe. En estos tiempos de crisis económicas principalmente aunque en los  inicios de éste siglo 21, todo está en crisis, los valores, la ética, la moral, pero para cosas tan intangibles no tenemos cabeza. Siguiendo con el tema de la economía, en cierta ocasión un amigo me sugirió que buscara la entrada de capital si alquilabas un  habitación bien acondicionada, como dicen aquí en Venezuela una resistencia. Así que coloque el aviso "Se solicita Residente" con una serie de condiciones.  Eso fue hace trece años y el residente que contesto a mi aviso fue Jesucristo.......¡que loco no!...desde entonces hospedo a Jesucristo en mi hogar.